La mesoterapia facial es un tratamiento estético preventivo que tiene el objetivo de mejorar el aspecto de la piel a través de la microinfiltración de diferentes sustancias regenerativas, nutritivas y revitalizantes. Se trata de un tratamiento completo y poco invasivo, sin efectos secundarios gracias a que las infiltraciones se realizan sobre las primeras capas de la dermis.
El objetivo de la mesoterapia es mejorar la arquitectura y la calidad de la piel, eliminado los signos del envejecimiento a través de una mayor hidratación, luminosidad y textura. Su aplicación sobre el rostro, favorecerá la eficacia y la duración de otros tratamientos estéticos.
La mesoterapia facial permite una revitalización global del rostro.
Existen diferentes tipos de mesoterapia, cada una destinada a reforzar uno u otro aspecto piel. El profesional sanitario será el encargado de establecer cuál es el método más adecuado según el tipo de piel del paciente y los objetivos.
Este tratamiento está recomendado para todo el mundo a partir de los 25 años, momento en que empiezan a parecer los primeros signos de la edad. Asimismo, en los casos de mujeres embarazadas o en periodos de lactancia, así como en las personas con posibilidad de alergias, se recomienda consultarlo previamente con el médico.
Resultados visibles casi al momento
Una de las principales ventajas de la mesoterapia facial, además de su carácter inocuo, es que los resultados serán visibles entre los días siguientes a la aplicación del tratamiento. Con el paso de los días, el rostro se irá viendo cada vez más luminoso e hidratado.
El tratamiento suele durar entre un mínimo de 3 semanas y un máximo de 3 meses, aunque esto dependerá en gran medida de la edad del paciente y del tiempo de piel. Lo más importante para que la mesoterapia dure lo máximo posible es no tomar el sol hasta pasadas 48 h tras su aplicación, y cuando se haga utilizar siempre la máxima protección.
11 beneficios de la mesoterapia facial
Estos son los beneficios principales de la mesoterapia facial:
- Revitalizar la piel desde dentro.
- Estimular la producción de colágeno y elastina.
- Reactivar los agentes naturales que mantienen la salud de la piel.
- Iluminar el rostro.
- Reducir las arrugas, las líneas de expresión y los signos de envejecimiento.
- Favorecer la firmeza de la dermis.
- Hidratar en profundidad.
- Eliminar sustancias dañinas y generar un efecto antioxidante
- Mejorar la elasticidad de la dermis.
- Mantener el equilibrio hidrolipídico (grasas y líquidos).
- Igualar el tono de la piel y evitar a aparición de manchas.
Tipos de mesoterapia
Existen diferentes tipos de mesoterapia según los principios activos que contenga el tratamiento. Estos son utilizados en función de los problemas que se quieran tratar y el resultado que se quiera obtener.
Existen cuatro tipos básicos de mesoterapia facial:
- Reafirmante. Compuesta por dmae, resveratrol y silicio. Busca trabajar la flacidez de la piel con el fin de recobrar la turgencia característica de los rostros jóvenes. Tras su aplicación se recupera la fuerza y se elimina la sensación de caída, además de ayudar a definir mejor el óvalo facial.
- Vitamínica. Compuesta por vitaminas, minerales, oligoelementos y ácido hialurónico. Se utiliza para tratar los signos del envejecimiento, como las arrugas leves, así como para tonificar e iluminar el rostro.
- Exclusiva de ácido hialurónico. Compuesta únicamente de ácido hialurónico, una pauta más suave que la utilizada para tratar las arrugas profundas. El objetivo de este tratamiento es hidratar en profundidad y desde el interior la piel de la cara. De esta manera, se fomenta la producción de colágeno y elastina, además de dotar al rostro de mayor luminosidad.
- Plasma rico en plaquetas. Este es uno de los tipos de mesoterapia más innovadores. Su técnica consiste en la extracción de una muestra de sangre del paciente, la cual será posteriormente centrifugada en una máquina especial para ello. Este plasma volverá a ser introducido en el rostro por medio de las microinyecciones. Mediante este procedimiento es posible hidratar la piel en profundidad, iluminarla y luchar contra la flacidez. Al ser el plasma del propio paciente, este es el tratamiento que menos efectos derivados presenta.
¿La mesoterapia facial duele? Aplicación y procedimiento
La mesoterapia facial no duele, ya que su aplicación se realiza mediante pequeñas agujas. No obstante, es posible aplicar una anestesia tópica (crema) si el paciente lo solicita. Por otro lado, la sencillez del tratamiento permite que, prácticamente, no se necesiten cuidados posteriores y sea posible seguir con la rutina diaria de forma inmediata.
Existen dos tipos de sesiones, todas ellas con una duración aproximada de 15 minutos:
- Tratamiento de choque, destinado a abordar estados de piel más descuidados. Se realiza un mínimo de tres sesiones y un máximo de seis al mes.
- Tratamiento de mantenimiento, busca mantener el buen estado del rostro. Se aplica entre dos y tres sesiones al mes.
Recomendaciones para después de la sesión de mesoterapia
- No aplicar productos cosméticos y maquillajes en las zonas tratadas hasta que no hayan transcurrido 24 h de su aplicación.
- Utilizar siempre protección solar alta.
- Evitar realizar actividad física, sobre todo aquellas que implican el contacto con el agua, el mismo día del tratamiento.
- Evitar el contacto con fuentes de humedad o calor, como la sauna, hasta que no hayan transcurrido 24 h de su aplicación.
- En caso de aparición de pequeños hematomas, utilizar crema con vitamina K o crema de árnica, ya que estas ayudan a reducir la inflamación.