Los tratamientos contra la calvicie tienen el objetivo de restaurar y mantener el buen estado del cabello. Hoy en día, existe una amplia variedad de tipologías según las necesidades del paciente. Como en todos los casos, lo más importante es acudir a un especialista y obtener un diagnóstico a partir del cual se pueda establecer la terapia más adecuada.
La pérdida de densidad capilar, y especialmente los casos de alopecia, tienen un efecto directo en la imagen de la persona, lo que afecta a su autoestima y su confianza. Dependiendo del tipo de afección capilar, esta puede tener o no cura, y deberá aplicarse uno u otro tratamiento. Hay casos que pueden ser tratados mediante soluciones cosméticas y capilares, los cuales actúan sobre el cuero cabelludo dándole fuerza, densidad y brillo al pelo.
No obstante, este tipo de productos actúan de forma superficial y en muchas ocasiones puede no ser suficiente. Especialmente, en los casos donde la alopecia se ha desarrollado ampliamente o sus consecuencias son irreversibles. Las personas que sufren problemas de cabello asociados a la raíz, deberán buscar otras soluciones de carácter médico.
A continuación, hacemos un repaso de los tratamientos más comunes y te contamos para qué sirve cada uno.
Tipos de tratamientos contra la alopecia
- Fármacos antiandrógenos. El tratamiento basado en la ingesta de medicamentos -principalmente dutasteride y finasterida– es utilizado en los casos en que la alopecia tiene un origen hormonal, como la alopecia difusa. Los fármacos antiandrógenos bloquean las paso de la testosterona a dihidrotestosterona, hormona derivada que ataca a los folículos pilosos, los debilita y reduce su tamaño. Este fármaco puede producir disfunción eréctil en hombres mayores de 70 años, es por ello que muchos deciden no tratase.
- Microinyecciones de dutasterida en el cuero cabelludo. Este tratamiento es utilizado en los mismos casos que en los fármacos antiandrógenos, con la diferencia de que se aplica directamente sobre la zona afectada. Se trata de una técnica relativamente nueva, utilizada desde no hace más de cinco años en España, que ofrece muy buenos resultados. El tratamiento tiene dos fases: la primera, busca incrementar la densidad del cabello, y la segunda, mantener su buen estado. Se aplica mediante pequeñas inyecciones en cuatro sesiones repartidas a lo largo del año. Asimismo, las microinyecciones pueden complementarse con los fármacos, ayudando a que el paciente reduzca la dosis de medicamentos. Además, a diferencia del fármaco, este no presenta efectos secundarios.
- PRP capilar. Las siglas PRP responden a plasma rico en plaquetas, sustancia que se obtiene directamente de la sangre del paciente. Una vez obtenida la muestra, se separa el plasma mediante un proceso de centrifugado y se inyecta de nuevo en la zona afectada. Las plaquetas tiene un papel fundamental en los procesos de recuperación y cicatrización del cuerpo. Además, al provenir del mismo paciente, este no genera ni sensibilidad ni rechazo.
- Minoxidil. Es una popular loción de uso tópico; aunque también por vía oral que estimula el crecimiento del pelo. Se trata de un fármaco antihipertensivo que se empezó a utilizar para los problemas de hipertensión arterial. No obstante, con el tiempo, obtuvo mayor eficiencia a causa de uno de sus efectos secundarios: el fortalecimiento del pelo. Gracias a su efecto vasodilatador, este medicamento permite combatir la calvicie, sobre todo la alopecia androgénica. Se receta, especialmente, para aquellos casos que experimentan pérdidas de pelo recientes. Su único inconveniente de uso tópico es que debe aplicarse dos veces al día de forma continuada si no se quiere perder el efecto.
- Mesoterapia capilar. Se trata de una técnica de microinyecciones en el cuero cabelludo, mediante la cual se inyecta una fórmula nutritiva que estimula el folículo piloso. Esta está compuesta por vitaminas, oligoelementos, aminoácidos, vasodilatadores e inhibidores de las enzimas 5-alfa reductasa.
- Fototerapia de baja frecuencia. Mediante un láser aplicado en el cuero cabelludo es posible reparar el tejido blando, el tejido nervioso, la piel y el músculo esquelético. Este tratamiento también busca fomentar el crecimiento del pelo mediante la estimulación de la molécula ATP, lo cual mejora la circulación sanguínea del cuero cabelludo.
- Injerto o trasplante capilar. Este presenta una solución definitiva frente a la alopecia, ya que su objetivo es repoblar la zona afectada con nuevo pelo. Para ello se realiza una pequeña intervención mediante la cual se implantan folículos pilosos sanos en las zonas sin pelo. Al cabo de unos pocos meses el paciente volverá a recuperar su pelo, obteniendo un resultado natural y duradero. Normalmente, este tratamiento tiene una durabilidad de 25 años.
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