Trasplante capilar: intervención sencilla, resultados naturales y solución duradera
La pérdida de cabello tiene consecuencias directas en la salud mental de las personas que la sufren, ya que supone un golpe para su seguridad y su autoestima. Según cuál sea la causa y cómo se desarrolle la enfermedad, esta tendrá uno u otro tratamiento.
El injerto capilar es una solución definitiva
El injerto o trasplante capilar es una técnica utilizada para repoblar de pelo aquellas áreas del cuero cabelludo afectadas por la alopecia. El tratamiento consiste en una intervención sencilla, llevada a cabo con anestesia local, mediante la cual se inserta pelo sano del paciente en el área sin cabello. De este modo, es posible obtener resultados naturales y duraderos en el tiempo.
Este es un tratamiento muy popular entre los hombres y las mujeres que sufren la pérdida de pelo.
Además de la sencillez en el procedimiento, otra de las grandes ventajas de los trasplantes capilares es la rápida recuperación. Una vez que empiezan a aparecer los primeros resultados, a partir de los seis meses, la densidad del cabello va aumentando mes a mes. El tratamiento suele tener una duración de 25 años, cifra que varía en función de cada caso.
Los dos tipos de trasplante capilar
El injerto capilar se realiza mediante la extracción de unidades foliculares de la zona donante (normalmente la nuca o los laterales) y su implantación en las zonas sin pelo. De este modo, el pelo volverá a crecer de forma natural y no habrá riesgo de que el cuero cabelludo del paciente lo rechace. En función de la técnica empleada, se obtienen dos tipos de trasplantes:
- Técnica FUE (Folicular Extraction Unit), el procedimiento más utilizado mediante el cual se extraen y se implantan los folículos de forma individual.
- Técnica TIRA, procedimiento basado en la extracción de una área de pelo completa, los folículos de la cual se separarán posteriormente y se implantarán mediante microinjertos.
¿Cómo se realiza un trasplante capilar?
- Antes de llevar a cabo un trasplante capilar es necesaria la realización de un examen de la zona afectada. Este diagnóstico junto con el historial clínico del paciente serán determinantes para establecer la viabilidad de la intervención.
- Una vez establecido el diagnóstico, se delimita la zona afectada, se elabora el diseño del área a intervenir y se pautan el número de sesiones (dependiendo del caso pueden ser una o dos).
- Momento de la intervención. Aunque se trata de una cirugía sencilla, este es un proceso laborioso, por lo que la intervención puede alargarse varias horas. Lo más habitual es que todo el trabajo se realiza en una única sesión de entre ocho y doce horas.
Los injertos capilares son intervenciones sencillas y seguras que no dejan cicatrices, siempre que se realicen de la mano de especialistas y con los equipos adecuados.
Postoperatorio y resultados del injerto capilar
Otra de las ventajas del trasplante capilar es la rápida recuperación y la poca complicación de su postoperatorio. Pasadas 24 horas de la intervención, el paciente notará la formación de una costra en cada uno de los injertos realizados, la cual desaparecerá al cabo de unos días. Es posible que durante este tiempo la persona note cierta sensación de tirantez en la zona intervenida, molestia que puede mitigar con la toma de analgésicos comunes. Se recomienda llevar algo que cubra la cabeza, tanto a la salida de la clínica como durante los días posteriores a la operación, no realizar actividades físicas intensas durante las tres semanas siguientes y evitar tocarse o rascarse la cabeza.
Por otro lado, durante las siguientes semanas es importante cuidar la zona y mantener una higiene adecuada. Es recomendable empezar a utilizar champú pasadas 72 horas de la intervención. Cuando se lave el pelo se debe hacer sin frotar, dejándolo secar al aire, sin utilizar toalla o secador. El lavado normal del cabello se retomará al mes. Asimismo, para peinarlo se debe utilizar un peine de púas separadas. En algunos casos, el pelo trasplantado puede caerse en los primeros días, no obstante, esto no es signo de alarma ya que al estar implantado de raíz este volverá a crecer. Aunque el postoperatorio no implica grandes cuidados es una parte fundamental en el éxito de la intervención.
Por lo general, los resultados empezarán a notarse de forma evidente pasados los tres meses. El pelo suele crecen entre uno y dos centímetros al mes, dependiendo del caso. No obstante, los resultados definitivos y el éxito del trasplante no se podrá saber con seguridad hasta los ocho meses.